A medida que las cámaras siguen de cerca la acción, se hace evidente la meticulosa planificación y la pronta respuesta de los participantes. Con calma y competencia, despliegan toda la logística necesaria para abordar esta compleja situación. Equipados con sus conocimientos y habilidades adquiridos en la formación, los estudiantes se enfrentan valientemente a los desafíos que se presentan.
Su trabajo en equipo queda plasmado, puesto que cada estudiante asume un papel específico y trabaja en perfecta sincronía con los demás. Desde la elección de los protocolos de seguridad hasta la atención inmediata a los heridos, cada detalle se aborda con precisión y diligencia.
Así, este simulacro no sólo sirve como ejercicio práctico para los estudiantes, sino también como recordatorio del compromiso y dedicación necesarios en el campo de la emergencia sanitaria. Es un testimonio vibrante de los valores de profesionalismo, solidaridad y preparación que definen a estos futuros profesionales de la salud.